La 28ª edición del Festival de Málaga, celebrada del 14 al 23 de marzo de 2025, consolidó una vez más a la ciudad andaluza como epicentro del cine en español. Con la proyección de 260 obras provenientes de 54 países, el festival destacó por su compromiso con la diversidad y la inclusión, evidenciado en que el 38,5% de las películas fueron dirigidas por mujeres.
Entre las películas más aclamadas se encuentra "Sorda", dirigida por Eva Libertad, que aborda la maternidad desde la perspectiva de una mujer sorda. Este filme se alzó con la Biznaga de Oro a la Mejor Película Española y el Premio del Público de EL PAÍS. Sin embargo, no estuvo exento de críticas; el reconocido crítico Carlos Boyero expresó que, aunque la actuación de Álvaro Cervantes fue destacable, no logró conectar con la protagonista ni con la narrativa de la película.La alfombra roja del festival fue, como es tradición, un desfile de glamour y estilo. Actrices como Blanca Suárez deslumbraron con un elegante vestido negro de escote Bardot, complementado con un moño pulido y joyas de Rabat. Ana Rujas sorprendió con un minivestido blanco de Pronovias durante el día y un sofisticado diseño negro de encaje por la noche. Paula Echevarría optó por un vestido negro con transparencias y detalles bordados, fusionando sensualidad y elegancia.
La diversidad de invitados en la alfombra roja reflejó el carácter inclusivo del festival. Figuras como Karla Sofía Gascón, actriz transgénero reconocida por su papel en "Emilia Pérez", recibieron un cálido apoyo del público y la organización, subrayando el compromiso del evento con la representación y la igualdad en la industria cinematográfica.
Además de las proyecciones y el glamour, el festival sirvió como plataforma para reivindicaciones sociales. Activistas del movimiento "Málaga Para Vivir No Para Sobrevivir" aprovecharon la visibilidad del evento para llamar la atención sobre la problemática de la vivienda en la ciudad, demostrando que el cine y la realidad social pueden ir de la mano en espacios de diálogo y reflexión.
En resumen, el Festival de Málaga 2025 no solo celebró lo mejor del cine en español, sino que también se erigió como un espacio de encuentro, diversidad y compromiso social, consolidando su posición como una cita ineludible en el calendario cultural.